Como es conocido, Manzano se apropia del espacio tridimensional con líneas rectas, curvas y ondulantes, a veces con arabescos que fluyen buscando volúmenes, pero, además, nos sorprende con una poética de lo cotidiano del juego, que se complementa con una gama cromática impresionante: los rojos, amarillos, azules y violetas triunfan y conquistan a la gente.
Marisel Vázquez Concepción
Curadora de la exposición